Felicidad
Póngame un whiskey. Y deme fuego, si es tan amable. y un abrazo...no, espere, no por este orden. Vaya propina. Necesito también algunos motivos para seguir viviendo. Aunque me bastaría con no compartirlos con quienes los desperdician. Esos que insultan a la vida y fotografían al suicidio...ah, el suicidio. Es una pena...que haya que cortarse las venas para que le escuchen, digo. Vaya propina se está ganando. A mí ya me da igual. Sólo me gustaría ver, antes, a esos libros tristes y oscuros arder. No, espere, menuda barbarie. Queme a sus grisaceos autores. Hágalo por mí, que buena propina le debo. Grite. Y, por favor, sonría.
2 comentarios
Vinsen -
Juanmy -
Sabes que bromeo.
Simplemente hay que saber que no hay motivos ni para vivir cara al suicidio ni para vivir cara a la permanente (irreal) felicidad.
Hay que saber compaginar alegrías con tristezas, risas con llantos, en eso consiste vivir.
En experimentar.
No existen los extremos.
Nos los figuramos.
No existen los caminos rectos.
Nos los figuramos.
La vida no es tan fácil.
Una cosa es el realismo, y otra el idealismo.
Un muy cordial saludo, amigo Carlangas.