Cunqueiro y el Holandés Errante
Todos están deacuerdo en que el barco del Holandés es un tres palos pintado de negro , y por cuya cubierta corren luces amarillas. Aunque la mar esté en calma, alrededor del velero se levantan grandes olas y silba el viento. Calculando la fecha en que le fue anunciada a Fouché la bajada a tierra del Holandés Errante - ya saben, veintiún días cada siete años-, le toca desembarcar en la primavera de 1977, Si se toman las precauciones debidas, se sabrá a lo largo de qué costas navega, porque está dicho que siempre ha de acercarse a tierra en medio de súbita y terrible tempestad. Las flotas del mundo unidas podrían acercársele y decirle por banderas que baje sin temor, y que con la colaboración de la << tele>> y la radio, y la prensa, y las revista ilustradas, le encontrarán esposa, tan fiel como la Senta de Wagner. Podría organizarse un concurso. Creo Q sobraría candidatas. Habría que evitar, eso sí, que el buque fantasma se hundiese, el hermoso velero de Amsterdam, botado en el siglo XV. Podría servir como museo a flote, o como refugio de los fantasmas de todos los naufragios antiguos.
Extraído de Fábulas y leyendas de la mar, de Álvaro Cunqueiro
2 comentarios
ixu -
bsotes carlangas
Juanmy -
Un saludo, y sé feliz!